Saturday, February 21, 2009

El Estado de Chihuahua

El Tren Chepe
y
Bahuichivo, Chihuahua

los trabajadores del ferrocarril

En diciembre, cuando ya habían terminado las clases en la Universidad, Claudia y yo salimos para nuestro "viaje grande." Llegamos en camión a una ciudad llamada Los Mochis, y de allí viajamos en El Tren Chepe por el estado de Chihuahua. El tren nos llevó a nuestro primer destino, el pueblo de Bahuichivo. Estar en Bahuichivo fue una experiencia muy interesante, porque no habían otros turistas. La única influencia estadounidense que vimos fue la coca cola, pero hay coca cola en casi todo el mundo.

la única influencia estadounidense: coca cola

Nos quedamos en el único hotel que hay en todo el pueblo. Había un calentador en nuestro cuarto, pero no sirvió. Hace mucho frío en Chihuahua durante el invierno, y Claudia y yo nos acostamos muy temprano cada noche, por el miedo del frío.
Claudia, en el frío
Un día, un muchacho se llama Omar nos llevó de viaje por el pueblo, en caballo. Yo le pregunté muchas cosas sobre la vida en Bahuichivo, y sus respuestas fueron muy interesantes. Omar ha vivido en Bahuichivo por toda su vida, y asistió a la escuela allí. Tiene más o menos 20 años, pero no tiene trabajo. Pues su trabajo es cuidar sus caballos. Los hombres de Bahuichivo trabajan con el ferrocarril o son leñadores, y Omar todavía no necesita un trabajo así. Le pregunté si algún día quiere salir de este pueblo, y él me dijo que no. Está contento quedarse en Bahuichivo para siempre. Yo pensé en mi deseo de ver todo el mundo, y mi creencia en la importancia de conocer a otras culturas. Pero tal vez estoy un poco equivocada con esta creencia. Quizás todo esto es importante para mí, pero para personas como Omar, es importante seguir con su vida así como es. Si Omar explora otros lugares, es posible que va a regresar y querer cambiar la vida en Bahuichivo, y no sería contento. Como viajera, tengo que tener cuidado, porque nunca quiero romper la tranquilidad que tienen pueblos pequeños y escondidos como Bahuichivo.con Omar ya la vista de Bahuichivo
Claudia y yo también visitamos 2 otros lugares en Chihuahua, Areponápuchi y Creel. No voy a escribir blogs que se tratan de estos pueblos, pero aquí voy a incluir algunas fotos:en la troca de una familia que nos llevó de la estación a las cabañas en Arepo
Claudia y yo con el Alemán y los Austríacos que conocimos



Una tradición en Arepo: cada 12 de diciembre, unos chavos intentan de subir un poste (que está cubierto en aceite) para conseguir regalos para todos.




























Fuimos en otro paseo con caballo, con nuestro guía, Beto
con la vista de las Barrancas del Cobre (Copper Canyon, en inglés)
el río Urique
Creel, Chihuahua
El hostel en Creel, en donde se recibe una cama, desayuno, y la comida por menos que diez dólares americanos al día.unos niños que conocimos

Monday, February 16, 2009

Moyahua, Zacatecas

Moyahua, Zacatecas


Un fin de semana, fui con un grupo de amigos al pueblo de Moyahua, Zacatecas. La abuela de mi amiga Analina tiene una casa en Moyahua, pero vive en los Estados por casi todo el año, y nos dejó quedarnos en su casa. Fuéramos 5 americanos, un holandés, 2 franceses, y un Portugués que ha vivido en Francia por toda su vida. Llegamos a Moyahua en autobús el viernes, todos enfermos debido a la cantidad extrema de curvas en el camino. Comimos unos burritos en la estación, nos sentíamos mejor, y caminamos a la casa. (Mi amiga Raquel tuvo que usar maletas, porque se había lastimado la rodilla 2 semanas antes.) La casa de la abuela de Analina es muy grande, con 8 habitaciones, 4 baños, un jardín, y un techo grande. En la noche, el primo de Analina llegó a la casa, con 3 amigos de Guadalajara. Fue muy interesante estar en este lugar, escuchando varios idiomas. Los americanos hablamos inglés y español, los franceses hablan francés, español, y inglés. Un francés también habla portugés, y Omar, el holandés, habla 6.5 idiomas (holandés, español, inglés, francés, aleman, filipino, y un poco de árabe).
la casa
El sábado, cocinamos un desayuno rico, con la auyda de la tía de Analina. En la tarde, hicimos un "BBQ" cerca de un río, con pollo y carne asada. Pero después, cuando decidimos regresar a casa, la camioneta no se prendió, y tuvimos que caminar los 2 kilómetros a Moyahua, llevando la comida y el BBQ. Resultó increíble caminar así, sin luz, porque las estrellas eran magníficas.cocinando la comida
llevando el "bbq"
El domingo, andábamos por las calles de Moyahua, explorando y disfrutando la vida del campo. Fue impresionante la tranquilidad en Moyahua, porque estábamos acostumbrados a la vida en Guadalajara. Se puede andar en "4-wheeler" por todo el pueblo sin preocuparse de camionetas. Habían 2 otras personas en la plaza cuando fuimos por un nieve. Analina nos dijo que en junio, cuando hay fiestas en Moyahua, hay muchísima gente. Pero en noviembre, cuando fuimos, el pueblo es muy tranquilo.

Omar, el holandés, y yo

Sunday, February 8, 2009

Guanajuato, Guanajuato

Guanajuato


Yo siempre he querido ir a Guanajuato, y por fin tuve la oportunidad en noviembre. Claudia y yo fuimos a la cuidad de Guanajuato con cuatro compañeros: Pedro y Chuy (también de CWU), Alec (de Arkansas) y Alex (de Washington, DC). Pedro, Chuy, y Alex tuvieron que viajar en otro autobús, porque no habían comprado sus boletos por adelantado, y no había espacio en nuestro autobús. Nos quedamos en un hostel en el centro de la cuidad, por un buen precio.






Guanajuato es muy impresionionante; en mi opinión, es la cuidad más bonita que he visitado en toda mi vida. Los edificios no son iguales ni del mismo color, como los cuidades de los EEUU. Los edificios son más tradicionales, y los caminos son estrechos y antiguos. Cuando caminé por las calles en la noche, me sentía como si estuviera en otro ciglo.




Una cosa divertida que hicimos en Guanajuato fue andar por los túneles de la cuidad - las calles subterráneas. Los túneles son seguros (según los taxistas), y caminamos por las calles subterráneas por la noche, explorando y sacando fotos.
Unos de los lugares más famosos en Guanajuato es el Callejón del Beso, localizado en una area de la cuidad que ya existía en el siglo XVIII. Con sólo 68 centímetros de ancho, los balcones de las casas son muy cercas uno al otro. Según la leyenda, dos enamorados, Doña Ana y Don Carlos, vivían en las dos casas, pero sus familias no les dejaron verse. En secreto, los enamorados se besaron en los balcones cada noche. Pero una noche, el padre de Doña Ana la descubrió besándose con Don Carlos, y la mató ahí en el balcón. Para las parejas que visitan el Callejón del Beso hoy en día, es obligatorio que se dan un beso en el tercer escalón para tener garantizados siete años de felicidad.
Tengo muchas buenas memorias de mi fin de semana en Guananjuato, visitando las minas, la estatua del Pípila, y el mercado. No visitamos las famosas momias porque no quisimos esperar tres horas en una cola. Pero sí esperamos mucho tiempo en una cola para comprar gorditas, que son como "pancakes" ricas. Yo estuve enferma durante este viaje, y el frío en Guanajuato no me ayudó a mejorarme, pero valió la pena viajar a esta cuidad impresionante.

Sunday, February 1, 2009

San Blas, Nayarit

San Blas

Richard, Claudia, yo, Esteban, y Alex

En noviembre, mi amiga Claudia (de Alemania) y yo fuimos a la playa por un fin de semana para relajarnos. Salimos de Guadalajara en la tarde, y viajamos en autobús a Tepic, Nayarit, y de allí a San Blas. San Blas es un pueblo y playa famosa para el surfing, pero no hay tanto turismo porque hay muchísimos mosquitos. Pero la playa es bien bonita, y perfecta para relajarse. Nos quedamos en un lugar llamado ¨La Quinta California,¨ cuyo dueño es un ¨hippie¨ Americano. El lugar es barato porque es rústico, y es perfecto para estudiantes como nosotras, que no quieren gastar mucho dinero...

El sábado por la mañana, viajamos por un río en lancha. Vimos cocodrilos en la selva y en un lugar que se llama ¨Cocodrilario.¨ La lancha también nos llevó a un destino llamado la Tobara, donde se puede nadar en el río. No lo podía creer... estaba nadando en el paraíso... wow.


Nos esperaba una sorpresa cuando regresamos a San Blas. Encontramos tres compañeros de la Universidad que también habían venido a este pueblo para relajarse. Los compañeros se llaman Richard (de Inglaterra), Esteban (o Stephen, de California), y Alex (o Alexandre, de Francia). Ellos se quedaron con Claudia y yo en la Quinta California, juntos con Johnny, un Canadiense que conocimos. Hablamos en español casi todo el tiempo, pero tuvimos que traducir para Johnny, que no habla español. Todos pudimos hablar inglés también, incluyendo los europeos.





El domingo por la mañana decidimos cocinar en vez de comer en un restaurante. Fuimos a una tiendita cerca, y compramos todo lo que necesitabamos para hacer huevos con chorizo y quesadillas. Esteban y Alex (nuestro propio coninero Francés) cocinaron un desayuno magnífico para todos.




La gente en San Blas es muy amable. Los meseros en los restaurantes siempre nos dieron consejos útiles. Fuimos a la plaza en las noches para comer nieve, mirar un baile, y ver como vive la gente de San Blas.

tomando licuados de plátano
los perritos en la Quinta California